Los orígenes del patriarcado.
- SEA CONMIGO
- 29 oct 2020
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Si buscamos la definición de Patriarcado esto es lo que leeremos: se denomina Patriarcado a toda forma de organización social cuya autoridad se reserva exclusivamente al hombre o sexo masculino. Parece una definición simple que pasa de puntillas sobre una palabra que lleva oprimiendo a las mujeres desde prácticamente el Neolítico y que nos sigue oprimiendo aún en nuestros días sobre todo en la sociedad rural donde las mujeres tienen muchas menos oportunidades de todo tipo para ser libres, para ser ellas mismas, una sociedad, la rural, en donde todo está más encorsetado, en donde el hombre todavía tiene la vara de mando sobre todo en el tema económico, una sociedad en la que hay falta de oportunidades en todos los terrenos y desde luego esa falta de oportunidades se ceba en las mujeres, las cuales, están destinadas a las tareas del hogar, a los trabajos del campo, o de alguna industria subsidiaria del mismo como mucho y poco más. Parecen hechos y situaciones de otra época pero no, esto ocurre en pleno siglo XXI, en muchos pueblos de nuestra Geografía, en una acostumbrada costumbre que no varía con los tiempos, muy al contrario, permanece arraigada fuertemente a los cimientos de la sociedad rural. Pero ¿ cual es el origen del Patriarcado?, ¿En que momento las mujeres dejamos de ser libres y fuimos controladas por esta Organización Social tan bien montada?. En los albores de la Humanidad cuando el ser humano consiguió ponerse de pie hombres y mujeres sobrevivían en igualdad de condiciones, cazaban juntos, vivían juntos, las mujeres hacían las mismas cosas para sobrevivir que los hombres. Es cierto que siempre hubo una gran diferencia, las mujeres tenían hijos, los amamantaban y los criaban algo que los hombres por razones evidentes no podían hacer, pero esta diferencia no generaba desigualdad, muy al contrario, las mujeres eran veneradas en muchas culturas antiguas precisamente por ese don: el de dar la vida. Hace unos diez mil años el ser humano descubrió la agricultura y la ganadería, fue un momento realmente revolucionario como pocos en la Historia de la Humanidad, a partir de ese momento el ser humano se hizo sedentario, era necesario para poder cultivar y cuidar del ganado. Con el paso del tiempo la agricultura y la ganadería generaron excedentes, estos excedentes cayeron en manos de los mas fuertes, de aquellos que tenían las armas y cierto tipo de mando en una sociedad que todavía seguía siendo muy lineal, pero estos excedentes sentaron las bases para el nacimiento de la sociedad de clases y de la propiedad privada. En la nueva sociedad de clases los dominantes eran los dueños de los recursos, es decir: de la propiedad privada y los dominados eran los que trabajaban esos recursos. Mientras tanto, la vida y la situación de las mujeres sufrieron grandes cambios. Con el nacimiento de la propiedad privada los dueños de las tierras necesitaban tener una seguridad sobre el futuro de sus propiedades, la seguridad de que esas riquezas irían a parar a otros miembros de su misma sangre, pero ¿Cómo lograrlo? Hasta el momento las mujeres habían sido sexualmente libres, lo mismo que los hombres, los hijos eran hijos de la comunidad y como tales eran criados, es decir, no existía el concepto de familia ni de propiedad sobre los hijos e hijas, pero para transmitir esas riquezas y saber a quién le eran transmitidas era necesario saber quién era hijo de quién. A partir de aquí comenzó una época de opresión para las mujeres que llega hasta nuestros días. Los poderosos decidieron apartar a las mujeres de la vida normal de las comunidades para asegurarse de que los hijos e hijas que concebían fueran suyos y tal vez con el pretexto de cuidarlas y protegerlas a ellas y a sus proles consiguieron convencerlas de que era lo mejor para todos. Las mujeres fueron apartadas poco a poco de la esfera general de la comunidad quedando relegadas a un papel pasivo y secundario en el cual su principal misión era concebir hijos para que estos un día, heredaran las tierras y el ganado de sus padres. Aparece así la división sexual del trabajo, los hombres en la esfera exterior y las mujeres relegadas al mundo de lo interior sin más horizonte que criar hijos para el capital dando así lugar a la familia clásica (patriarcado), en la cual, el hombre se erige como patriarca de la familia, dueño absoluto de la economía familiar y de los hijos. En esta nueva forma de Organización Social, los hijos varones heredarán las propiedades del patriarca y las hijas serán utilizadas la mayoría de las veces como moneda de cambio a través de uniones ventajosas con varones de otras familias para seguir sumando riquezas a la clase privilegiada, es decir, las mujeres fuimos utilizadas como moneda de cambio durante siglos en función de los intereses de los varones de la familia siendo meras piezas de ajedrez en el tablero del Patriarcado para contribuir así al ascenso de un sistema económico muy unido al Patriarcado: el Capitalismo
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